En su forma esquemática, un sistema de alarma consta de un tablero de control, uno o más dispositivos sensores, un comunicador y uno o más instrumentos de notificación.
Cuando alguno de los dispositivos detecta un cambio en su estado normal de operación, envía una señal al tablero para indicarlo.
En función de su programación, el tablero deberá realizar varias tareas, siendo las fundamentales:
La parte que nos ocupa son los métodos de comunicación.
Figura 1 – Principio de operación